
Los efectos secundarios del CBD: ¿es peligroso?
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Cannabidiol (CBD) vendido en Cannabise a menudo se promociona por sus beneficios, pero también puede tener efectos secundarios. Aunque en general se considera seguro, es esencial que conozcas los riesgos potenciales para consumirlo con conocimiento de causa.
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El CBD puede causar una serie de efectos secundarios generalmente benignos. Entre los más comunes.
Estos síntomas son especialmente frecuentes en dosis elevadas. Aunque pueden ser beneficiosos para quienes buscan mejorar su sueño, pueden llegar a ser molestos en situaciones que requieran vigilancia. La fatiga suele ir ligada a una reducción de la actividad física y puede afectar a la productividad diaria.
Algunos usuarios han notificado diarrea, náuseas y disminución del apetito. Estos efectos suelen ser temporales y desaparecen cuando el organismo se adapta o se reduce la dosis.
Esto se debe a una reducción de la producción de saliva, un efecto que pueden inducir ciertos cannabinoides. Es aconsejable beber agua con frecuencia para reducir este síntoma.
El consumo de CBD puede causar una bajada de la tensión arterial, lo que provoca mareos.
Estos efectos secundarios están relacionados con la dosis o la calidad de los productos consumidos.
Por eso recomendamos empezar con dosis bajas y aumentarlas gradualmente según sea necesario. Recuerde beber suficiente agua para compensar la sequedad de boca. Comer regularmente ayudará a prevenir problemas digestivos. Si los síntomas persisten o empeoran, no dude en consultar a un médico para ajustar el tratamiento.
Hay que tener en cuenta que algunas personas son especialmente sensibles a los efectos secundarios del CBD.
El CBD es metabolizado por el hígado y puede causar un aumento de las enzimas hepáticas, un signo potencial de daño hepático. Las personas que padezcan enfermedades hepáticas deben consultar a un profesional antes de consumirlo.
El CBD puede alterar la eficacia de determinados medicamentos, en particular los metabolizados por el hígado. Esto puede provocar efectos secundarios graves o reducir la eficacia del tratamiento. Es esencial consultar a un médico antes de combinar el CBD con otros tratamientos.
Aunque las investigaciones son limitadas, algunos productos a base de CBD pueden contener contaminantes perjudiciales para el feto o el lactante. Como medida de precaución, es aconsejable evitar el CBD durante estos periodos.
Si perteneces a uno de estos grupos, debes tomar precauciones adicionales al consumir cannabidiol. De hecho, debes pedir consejo médico antes de tomar CBD. Tu médico evaluará los posibles riesgos y beneficios. Si tomas CBD, es necesario un control médico regular para detectar cualquier efecto indeseable. También debes optar por productos certificados y probados para minimizar el riesgo de contaminación.
Cuando se consume la calidad incorrecta de CBD, pueden producirse efectos más graves. El CBD puede causar daños en el hígado, especialmente cuando se consume sin supervisión médica. Otras pruebas con animales sugieren que el CBD puede afectar al tamaño testicular y a la producción de esperma.
Aunque estos resultados no se han confirmado en humanos, sí suscitan preocupación. Algunos productos a base de CBD pueden contener disolventes, pesticidas o metales pesados, lo que aumenta los riesgos para la salud.
en España, la normativa sobre CBD fue ambigua durante mucho tiempo, pero se ha estabilizado gradualmente en los últimos años. Estas son las principales normas que hay que tener en cuenta:
Los productos a base de CBD deben contener menos de un 0,3% de THC, de acuerdo con las normas europeas. Este umbral garantiza la ausencia de efectos psicotrópicos asociados al THC.
En flores de CBD ya son legales, pero su venta está estrictamente regulada. Deben proceder de variedades autorizadas de cáñamo y no pueden comercializarse para su consumo por combustión (fumadas). Las flores de CBD pueden utilizarse en infusiones y para cocinar.
Ningún producto con CBD puede afirmar legalmente que trata o previene una enfermedad sin validación científica. Esta restricción está pensada para evitar abusos comerciales y proteger a los consumidores.
El CBD debe extraerse de los tallos y semillas del cáñamo, aunque esta interpretación se discute a nivel europeo.
La normativa sobre el CDB a escala europea sigue variando de un país a otro. No obstante, se están realizando esfuerzos de armonización para simplificar el comercio transfronterizo y proporcionar un marco jurídico coherente. He aquí algunos ejemplos de los umbrales de THC autorizados en distintos países europeos: