
Sativa vs Indica: las diferencias entre las variedades de cannabis
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Sativa e Indica son dos genéticas de cannabis icónicas, cada una de las cuales ofrece características físicas y efectos distintos. Entender sus diferencias te ayudará a elegir la variedad adecuada para tus necesidades, ya sean recreativas o de bienestar. En este artículo, exploraremos sus especificidades en detalle para ayudarte a tomar la decisión correcta.
Contenido
Las variedades sativa e índica difieren no sólo en sus efectos, sino también en su aspecto y requisitos de cultivo.
Estructuralmente , las plantas Sativa suelen ser altas y esbeltas, alcanzando hasta 3 metros de altura. Su estructura fina y aireada permite una mejor circulación del aire, lo que resulta especialmente adecuado en climas cálidos y húmedos. Su morfología alargada, esbelta y de color verde claro les confiere un aspecto majestuoso, pero su tamaño puede plantear dificultades para su cultivo en interior.
En cambio, las plantas índicas son mucho más compactas y tupidas. Por lo general, no superan el metro o metro y medio de altura, lo que las convierte en la opción ideal para cultivar en interiores o en espacios reducidos. Sus hojas son anchas, gruesas y de color verde oscuro, lo que refleja su origen en climas fríos. Esta densidad de follaje puede requerir una atención especial para evitar problemas relacionados con la humedad.
El origen geográfico de las cepas desempeña un papel fundamental en sus características físicas. Las sativas proceden principalmente de regiones tropicales como África, el sudeste asiático y América Central. Estos climas cálidos y húmedos han determinado su necesidad de largos periodos de floración para alcanzar la madurez.
La índica, por su parte, tiene sus raíces en regiones montañosas como el Himalaya y Oriente Próximo (sobre todo Afganistán y Pakistán). Estos climas más fríos han propiciado una rápida adaptación y un ciclo de floración más corto. Esta capacidad para florecer rápidamente es una ventaja para los cultivadores que buscan maximizar sus cosechas.
El tiempo de floración es otra diferencia notable entre las dos variedades. Las sativas suelen necesitar entre 10 y 16 semanas para florecer completamente. Este ciclo más largo puede resultar restrictivo para los cultivadores impacientes o los que desean varias cosechas al año.
La Indica, en cambio, florece mucho más rápido, normalmente en 7 o 9 semanas. Esta rapidez es especialmente apreciada en entornos donde el tiempo de cultivo es limitado, o donde el clima dicta una cosecha rápida antes de que llegue el frío.
Más allá de las diferencias físicas, las variedades Sativa e Indica difieren en sus efectos sobre el cuerpo y la mente. En estos efectos influye la composición química de cada cepa, en particular la concentración de THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol), así como la presencia de terpenos específicos.
Las variedades sativa son famosas por sus efectos estimulantes sobre el cerebro. Ofrecen una sensación de energía mental que fomenta la creatividad, la concentración y la euforia. Estas cepas son ideales para el consumo diurno, ya que te mantienen activo a la vez que mejoran tu estado de ánimo.
Generalmente rica en THC con un bajo ratio CBD-THC, el perfil químico de la Sativa acentúa sus propiedades psicoactivas. Esta variedad es la preferida por los usuarios recreativos que buscan una experiencia intensa. Sin embargo, esta alta concentración de THC a veces puede causar efectos secundarios como ansiedad en ciertas personas sensibles.
Las cepas Indica son conocidas por sus efectos relajantes y calmantes. Producen una sensación de calma profunda que relaja todo el cuerpo. Esto las convierte en una opción ideal para aliviar el estrés tras un día difícil, o favorecer el sueño en personas que sufren insomnio.
Su mayor contenido de CBD en comparación con el THC las convierte en la opción preferida para usos medicinales. La índica se utiliza a menudo para tratar el dolor crónico, reducir la inflamación o calmar las náuseas asociadas a tratamientos fuertes como la quimioterapia.
Muchas variedades modernas son híbridos, que combinan las características de las variedades Sativa e Indica. Estos híbridos pueden ser de dominancia Sativa o Indica, dependiendo de la genética elegida por el cultivador. Por ejemplo, un híbrido con dominancia Sativa proporcionará un subidón de energía al tiempo que mantiene un cierto nivel de relajación corporal.
Mientras que un híbrido con predominancia Indica proporcionará un efecto calmante con una ligera estimulación mental. Estos híbridos permiten a los consumidores disfrutar de un equilibrio entre estimulación mental y relajación física.
Tu objetivo principal determinará en gran medida tu elección entre las dos variedades. Si tu objetivo principal es estimular tu creatividad o mantenerte activo durante el día, opta por una variedad Sativa. Será perfecta para acompañar tus proyectos artísticos o intelectuales mientras te mantiene despierto.
Por otro lado, para una relajación profunda después de un día estresante o antes de acostarte, opta por las variedades Indica. Te ayudarán a desconectar mentalmente mientras relajan tus músculos.
La índica es especialmente eficaz contra el insomnio, gracias a su efecto sedante natural. Se recomiendan para aliviar dolores musculares crónicos. Las sativas, por su parte, pueden ser útiles para mejorar el estado de ánimo de las personas que sufren de depresión leve, o para combatir la fatiga mental gracias a su efecto energizante.
Por último, su método de consumo puede influir en su elección: vaporización, ingestión en forma de aceite o flores secas... Algunos métodos potencian ciertos efectos más que otros, en función de la cepa elegida.
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